La Wicca es una religión neopagana que suele ser llamada hechicería o brujería (en inglés, Witchcraft o the Craft),[1] aunque también hay grupos neopaganos que se identifican con la brujería pero no con la Wicca moderna.[2] Sus seguidores son conocidos como wiccanos. Fue popularizada por el británico Gerald B. Gardner como un renacimiento de la llamada Antigua Religión, después de ser iniciado por un "coven" o cofradía que había encontrado en la zona de New Forest. La práctica de brujería, según la forma propuesta por Gardner, ha evolucionado y ha sido adaptada dando paso a la creación de las numerosas denominaciones (tradiciones) wiccanas existentes hoy en día.
La palabra Wicca comenzó a utilizarse entrados los años 70, cuando en EEUU trataba de evitarse que saltaran los perjuicios guardados desde siglos atrás en torno a la brujería, y también como forma de que no se confundiera con otras corrientes similares.
La Wicca persigue armonizar al ser humano con el cosmos a cualquier nivel y encontrar así soluciones a sus problemas, tanto prácticos como de salud. Basada completamente en el poder de la naturaleza, en ella no se hace distinción entre sacerdocio y congregación pues todos se hallan al mismo nivel.
Para iniciarse en su práctica ha de hacerse en un coven o aquelarre, lugar donde se producirá la reunión de transmisión desde el iniciador al iniciado, y siempre ante la poderosa presencia del símbolo del pentáculo. Tanto el lugar como la planificación de dicha reunión han de permanecer bajo juramento secreto y sólo han saber de ellos los asistentes invitados. Tampoco podrán tener acceso a su Libro de las Sombras, que recopila experiencias y conjuros, los que no estén en estas artes iniciados adecuadamente.
En cuanto a los grados de iniciación encontramos que existen tres:
- Un primer grado para ser considerado brujo o bruja y así entrar a formar parte del aquelarre.
- En un segundo grado, la formación y experiencia es tal que se puede ser sacerdote o sacerdotisa.
- Con el tercer grado, ya se está capacitado para crear su propio coven o reunión.
EL CREDO WICCA
Escucha la palabra de las brujas
Nuestro secreto en la noche escondido
Cuando el camino era oscuro
Nosotros lo revelamos en este día.
Ante el agua y el fuego misterioso
Por la tierra y el soplo del aire
Por la quintaesencia del espíritu
Guarda silencio quieras callar.
Los renacimientos de la Naturaleza
El pasaje de los inviernos y primaveras
Nosotros compartimos con aquello que vive
Y festejamos en un círculo fuera del tiempo
Cuatro veces por año vienen los grandes Sabbats
Y las brujas danzan gozosas
Para las primeras recolectas para la Candelaria
En la fiesta de mayo y Todos los santos.
Cuando los días y las noches se igualan
Cuando el Dios está en su cenit o naciente
Los Sabbats menores son convocados
Y las brujas se divierten.
Trece lunas y ciclos femeninos
Trece brujas en un coven
Trece crepúsculos para alegrarse
Todo esto en un día y un año.
Transmitido desde las edades antiguas
Pasando entre hombre y mujer
Pasando de un siglo a otro
Desde el principio de las almas.
Cuando el círculo mágico es trazado
Por la espada o el athamé poderosos
Sus fronteras atraviesan dos mundos
En estas horas hacia las sombras el desciende.
Este mundo no tiene derecho a verlo
Y el mundo de más allá no traiciona
Los Dioses ancianos allí son invocados
La obra mágica allí es cumplida.
Hay dos místicos pilares
Que con el umbral del Templo lindan
Los dos son poderes naturales
De forma y fuerza divinas
Sombra y luz en sucesión
Opuestos el uno con el otro
Representan el Dios y la Diosa
Gracias a los ancestros esta vez es nuestro
De noche es el caballero de los vientos
El Dios astado señor de las sombras
De día es el rey de los bosques
Habitando los claros y los valles
Ella es joven o anciana a su antojo
Sobre la barca de niebla navega
Esférica dama argentina de medianoche
Sombra matrona y mística
El Señor y la Señora del Arte
Habitan las profundidades del espíritu
Inmortales y siempre renacidos
Su voluntad ata o libera.
Así bebe el vino de los Dioses Ancianos
Y danza y ama en su honor
Hasta el día en que te recibirán
En la paz al fin de tus horas
Haz aquello que deseas este es el reto
Mas a nadie dañes
He aquí la ley única
Que los Dioses te enseñan.